Pere Ventura Vendrell (Sant Sadurní d'Anoia 1961) es un hombre de talante y de talento, de porte impecable, de ideas claras y de gran determinación. Una persona buena y muy humana, detrás de la cual se esconde un emprendedor nato, un gran conversador y un hábil analista. Pere Ventura es un apasionado del orden, amante de la belleza y protector del Penedès, el territorio que lo vio nacer. Le interesan la economía, los viajes, la náutica y la lectura; practica la solidaridad y la ayuda altruista y es un gran devoto y protector de la familia. Siempre ha tenido una visión humanista del mundo empresarial y este enfoque ha sido la base sobre la que fundó las cavas PERE VENTURA (1992) y el resto de sus bodegas.
La familia de Pere Ventura tiene un vínculo profundo con la historia del cava. Y es que a finales del siglo XIX, el bisabuelo Manuel Montserrat i Font fue protagonista del nacimiento del primer vino espumoso elaborado en España según el método champenoise. En los años 20 su abuelo, Pere Ventura Peracaula se distinguió como uno de los enólogos de mayor reputación de la época. Su formación privilegiada y su experiencia profesional contribuyeron a modernizar las técnicas de elaboración del cava, marcando unas pautas de calidad que serían el acicate de la futura empresa familiar.
Finalmente su padre, Jaume Ventura Montserrat continuó trabajando con el mismo entusiasmo y educó a la nueva generación en el respeto por el trabajo bien realizado. Fue él mismo quien transmitió a su hijo unos valores que fraguaron en Pere Ventura la vocación vitivinícola y también la sabiduría necesaria para consolidar el trabajo iniciado por sus antecesores.
Con esta herencia, Pere Ventura ha forjado una empresa, una filosofía y una forma de hacer de acuerdo con los nuevos tiempos. En sus cavas sólo tiene cabida la exclusividad.
Su producción se rige por una doble exigencia: la innovación y la calidad, porque para Pere Ventura la herencia no es sólo lo que recibes, sino sobre todo lo que estás dispuesto a ofrecer.
